Resumen del libro "El contrato Social" de Juan Jacobo Rousseau (página 2)
Sistema.
Derecho.
Desarrollo
Libro I
El hombre es
libre por naturaleza,
sin embargo, las circunstancias sociales lo mantienen atado;
aquel que nace obligado a obedecer y obedece hace bien, pero si
es capaz de enfrentarse a su esclavitud y
superarla, obra mucho mejor aun. Así demuestra que fue
creado para disfrutar de la libertad, si
no tiene derecho de discutirla.
Las primera sociedad, por
naturaleza es la familia,
aunque el lazo se rompe al terminarse la necesidad de un hijo
hacia un padre, comúnmente sigue habiendo una
relación que sin forzosa ni natural, es más un
convenio; así pues toda sociedad es un convenio. El cual
tiene jefes y subordinados. Y aunque unos nacen para mandar y
otros para ser esclavos, no es porque haya distinción, es
solo porque así ha existido.
El derecho sobre los demás jamás significara
nada si emana de la fuerza, ya que
esta palabra significa potencia física, y si alguien
sucumbe ante la fuerza, no es un acto de obediencia, si no un
acto de necesidad o prudencia, así que el derecho no nace
de la fuerza, ni se está obligado a obedecer,
además, si la razón está dada por el derecho
ante los demás, significa que cada que hubiese alguien
más fuerte la razón cambiaria de significado, no
teniendo jamás un sentido común, por lo que las
relaciones no podrían darse.
El derecho de esclavizar a las personas no la da la
superioridad en fuerza, la esclavitud no es parte de la
naturaleza social y mucho menos de la naturaleza
humana. Ni la guerra da el
derecho de esclavitud, solo el de obediencia, el derecho de matar
a los enemigos en una guerra pueblo a pueblo es sensato, solo
cuando este tiene arma en mano, en caso contrario, la matanza es
inhumana y sin sentido.
La sobrevivencia individual de las personas sería
imposible; así que la única forma de lograrlo es
unir fuerzas. Muchos hombres forman parte de un todo a favor de
un bien común, esto es el pacto social, pero cuando el
pacto se rompe y se deshace la alianza, cada individuo
recupera su naturaleza primitiva; la libertad. Pero como el
objetivo es
colectivo, no debería haber intereses personales en un
pacto social, impidiendo así que se desintegre, pero si
los hay, entonces ese pacto social es tiranía.
La soberanía de cada individuo se encuentra
dentro de una sociedad, existe esa alianza que obliga al
individuo a actuar bajo el bien común, pero esto no
significa que tenga que estar de acurdo con todo, sin embargo no
puede incluir un interés
personal hacia
el resultado de la búsqueda del bien común.
Lo que pierde el hombre por
el contrato social
es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo lo que
intenta y puede alcanzar; lo que gana en él mismo es la
libertad civil y la propiedad a
todo lo que posee.
El derecho de primer ocupante, aunque más real que el
del más fuerte, no llega a ser un verdadero derecho sino
después de establecer la propiedad. Todo hombre tiene
naturalmente derecho a lo que le es necesario; pero el acto
positivo que le hace propietario de algún bien le excluye
de todo lo que queda. Esto es que, cada individuo tiene derecho a
poseer algo, pero para esto, no debe tener ya un dueño,
que solo se acupe lo necesario para vivir, y que se acupe por
medio del trabajo y no
de simples actos vanos como la compra.
Libro II
La soberanía es inalienable porque es el ejercicio de
la voluntad general, jamás deberá separarse del
individuo miembro de una sociedad, y que el soberano, que no es
mas que un ser colectivo no puede ser representado por alguien
mas, solo por el mismo; el poder se
transmite, pero no la voluntad. Aunque no es imposible que la
voluntad personal sea igual que la voluntad colectiva, si es
imposible que este acuerdo este presente siempre; aunque si esto
llegara a ocurrir seria solo coincidencia y no parte del proceso.
La soberanía también es indivisible porque cada
persona tiene
voluntad y esta crea una voluntad general, la declaración
de esta voluntad es soberanía y por tanto es ley. No se puede
dividir la soberanía en su concepto, por lo
que muy a menudo lo hacen en su objetivo, es como si dividieran a
una persona, a uno les toca una parte, y muchos políticos
lo hacen a los ojos de todo el pueblo.
La voluntad general es recta y tiende constantemente a la
utilidad
publica; pero no siempre las deliberaciones del pueblo tengan la
misma rectitud, Siempre quiere uno su bien, pero no se lo ve
siempre bien; nunca se corrompe al pueblo, pero se le
engaña a menudo, y entonces es cuando parece querer lo que
es malo. Asi pues, para tener una buena voluntad publica general,
es necesario que no existan sociedades
dentro de los estados, si no que cada persona opine de acuerdo
con su modo de pensar.
El pacto social da al cuerpo político poder absoluto
sobre todos los suyos, este mismo poder, que dirigido por la
voluntad general, toma el nombre de soberanía. Cada
individuo enajena, mediante el pacto social, bienes y
libertad, pero el mismo ciudadano es el juez que juzga estas
necesidades.
El contrato social
tiene como fin la conservación de los contratantes, se
quiere conservar la vida a expensas de los demás, pero
también se debe exponerse por los demás cuando sea
necesario. Cuando el estado le
dice a un individuo que para el bien de la comunidad debe
morir, morirá, por que a expensa de ella había
vivido en calma, y su vida ya no es un derecho
natural, si no un convenio con el estado. En el
contrato social no se dispone de la propia vida, solo se
garantiza. Cuando se aplica la pena de
muerte, se le hace como enemigo, no como ciudadano, pues el
malhechor ataca las leyes del estado
y le declara la guerra. En un estado bien gobernado hay pocos
castigos, no por que se exoneren muchas cosas, si no por que hay
pocos criminales.
Es necesario que haya contratos y leyes
para unir los derechos a los deberes y
conducir la justicia a su
objeto. Las leyes son realmente las condiciones de la
asociación civil. El pueblo sumiso a las leyes debe ser el
autor de las mismas.
Para elegir las leyes soberanas que son necesarias para la
nación,
sería necesaria una inteligencia
superior capaz de conocer todas las reacciones humanas sin
experimentar ninguna. El legislador es el mecánico que
inventa la maquina y el que le da movimiento. El
legislador es un hombre extraordinario en el estado, no solo por
su cargo si no también por su inteligencia. El que manda a
los hombres no debe mandar a las leyes, el que manda a
éstas o debe mandar a los hombres; de otro modo sus leyes,
dirigido de sus pasiones, no harían a menudo sino
perpetuar sus injusticias: el legislador no podría evitar
nunca que intereses particulares alterasen la soberanía de
su obra. El legislador antes de levantar leyes examina al pueblo,
para destinar las que crea convenientes y el pueblo pueda
soportarlas.
El pueblo no es más que el lugar y las personas que
serán gobernadas, de aquí radica el poder que
tendrá dicha nación,
el pueblo debe ser disciplinado para poder alcanzar grandes
metas, un pueblo con costumbres y vicios arraigados es un
problema muy grande querer corregirlo. El pueblo pasa por etapa
de juventud y de
madures, comúnmente en la etapa joven es donde el pueblo
es mas dócil, en la madurez es incorregible.
Los pueblos, al igual que las personas, tienen un
tamaño natural, ni tan grande para poder ser gobernado, ni
tan pequeño para que garantice su existencia. Fuera de
estos parámetros se consideran gigantes o enanos, pero que
al paso del tiempo,
tienden a extinguirse. En todo cuerpo político hay un
maximun de fuerza, el cual al superarse, los lazos
sociales se dilatan, y a mayor dilatación más
debilitación del mismo, así que proporcionalmente,
un estado pequeño es más fuerte que uno grande.
Un cuerpo político (estado) puede medirse de dos
maneras, por su extensión territorial y por el
número de habitantes. La proporción para un estado
ideal imposible de dignar, pues depende mucho de factores como la
fertilidad de la tierra, del
nivel de consumismo del pueblo, de fertilidad de las mujeres,
etc. Pero es aquí donde aplica lo del nivel
maximun de gobierno, cuando
hay demasiado terreno, la vigilancia se vuelve pesada, la
producción insuficiente innecesaria. Siendo
esta la causa de guerras
defensivas; y cuando el terreno es escaso, el estado se halla por
necesidad la adquisición de nuevas tierras, entrando
así en guerras ofensivas con sus vecinos.
Todos los sistemas de
legislación… se reduce a dos objetos principales:
Libertad e igualdad. La
legislación debe siempre procurar la igualdad no de poder
ni riqueza, si no que los ciudadanos estén libres de toda
violencia y
que no se ejerza jamás solo que para cumplir las leyes. La
legislación no es igual para todos los pueblos, pues
dependen de la actitud de su
pueblo para obedecerla.
Para ordenar el todo, existen diversas relaciones que es
preciso considerar, la primera es la acción
de obrar el todo por el todo, o del soberano para con el estado.
Las leyes que regulan las relaciones del todo se les conocen como
leyes políticas
o fundamentales. Las que regulan las relaciones entre los
soberanos o el soberano con el cuerpo entero se les conoce como
leyes civiles, otro tipo de leyes son las leyes penales, que son
las que dan relación entre el miembro de la sociedad con
la desobediencia y el castigo al que conlleva esta; son las
sanciones. A estos tres tipos de leyes, se le suma una más
que es la de mayor importancia, y que es la que la mayoría
de los políticos ignora, se habla de los usos, costumbres
y opiniones, que al fin y al cabo, son las que rigen el comportamiento
de la sociedad.
Libro III
El gobierno no es más que un cuerpo intermediario
establecido entre los súbditos y soberanos para su mutua
comunicación, encargado de la
ejecución de las leyes y del mantenimiento
de la libertad, tanto civil como política. Los
miembros de estos cuerpos se llaman magistrados o reyes; es
decir, gobernadores. En el gobierno se distinguen dos partes que
mueven el poder, uno lo conocemos como el poder
legislativo y el otro como el poder
ejecutivo. El poder legislativo pertenece al pueblo, pero el
poder ejecutivo no puede pertenecer a la generalidad ni a la
soberanía, porque este poder se basa en actos particulares
que no son la base de la ley, pero que rigen a la sociedad. El
gobierno, para ser bueno, tiene que ser mas fuerte conforme su
población crece. Además debe haber
un equilibrio, el
gobierno debe disponer de gran fuerza para contener al pueblo
mientras que el cuerpo soberano debe ser igual de fuerte para
contener al gobierno. Aunque es necesario que en el gobierno haya
un yo particular con sensibilidad propia que tienda a la
conservación, existen asambleas, consejos etc, que ayudan
a deliberar y resolver problemas para
que no haya intereses propios arraigados en el mando.
En una legislación perfecta, la voluntad propia debe
ser nula; la voluntad común, propia del gobierno, debe
estar muy subordinada; y, por lo tanto, la voluntad general debe
ser la dominante y constituir la regla única de las otras.
En el orden natural, distinto al ideal, la voluntad general es
siempre la más débil, la del cuerpo ocupa el
segundo rango y la partícula el primero de todo. El
gobierno se debilita a medida que los magistrados crecen,
también mientas mas se incrementa el pueblo, mas la fuerza
reprimida.
La división del gobierno se efectúa de la
siguiente forma: la parte soberana es la mayoría, cuando
hay más soberanos magistrados que simples individuos a
esto se le conoce como democracia.
Cuando hay más simples ciudadanos y el poder queda en mano
de la minoría, a esto se le conoce como aristocracia. Y
cuando todo el poder queda en mano de un solo magistrado, se le
denomina monarquía. Existen mas formas de gobiernos,
cuando un gobierno se subdivide y se combinan las formas de
gobiernos estas se multiplican y salen nuevas formas para
gobernar. Siempre se ha deliberado que si cual es la mejor forma
de gobierno, lo que no se ha considerado es que cada una es mejor
en diferente tiempo y en diferente circunstancias y en otras la
peor.
En la democracia, es donde las decisiones son tomadas por el
mayor número de personas. No es bueno que el que hace la
ley las ejecute. Nada es tan peligroso como las influencias
privadas en los negocios
públicos. No ha existido ni existirá jamás
una verdadera democracia, es contra las leyes naturales que el
mayor numero de personas gobiernen y que un menor numero sea
gobernado. Un gobierno tan perfecto no es propio de hombres.
La aristocracia, es donde la minoría del pueblo
gobierna a una mayoría. En la aristocracia, existen dos
voluntades generales, una con relación a todos los
ciudadanos, y la otra de todos los miembros de la
administración. Existen tres clases de aristocracias,
natural, electiva y hereditaria, la primera es propia de los
pueblos pequeños, la tercera es la peor que puede existir,
y la mejor, propiamente dicha, es la segunda, donde se eligen a
los gobernantes.
En la monarquía se considera a un solo soberano como
poseedor de todo el poder, único en disponer las
condiciones de las leyes, llamado monarca o rey. Este individuo
representa una colectividad moral, la
voluntad del pueblo, del príncipe, la fuerza publica del
estado y particular del gobierno se ven reflejados en el mismo
ente. En este sistema de
gobierno, todo se dirige hacia un mismo fin, pero que nunca es la
felicidad del pueblo, y constantemente se cambia la administración en perjuicio del pueblo. La
filosofía monárquica marca que los
reyes quieren ser tiranos, para dejar huella, además de
que buscan que el pueblo sea miserable y débil para evitar
que este se le resista, los gobiernan a partir del miedo.
No existe gobierno cuya forma sea simple, es necesario que un
jefe único tenga magistrados y que un gobierno popular
tenga un jefe único, así en la participación
del poder ejecutivo existen varios niveles, donde el inferior
depende el superior y viceversa. La forma simple de gobierno es
buena por el simple hecho de ser simple, pero cuando este no se
da abasto es necesario dividir el gobierno, por lo cual
concluimos que la forma de gobierno ideal tiene mucho que ver con
el pueblo y la situación en la que se esté.
La libertad no es fruto de todos los climas, y por lo tanto no
está al alcance de todos los pueblos. Las diferentes
formas de gobiernos encajan mejor en diferentes circunstancias y
en diferentes ambientes, en la democracia, el pueblo sufre menos,
pero su producción es menor, la aristocracia, el
pueblo es relativamente más castigado, pero son pueblos
medianos, y en la monarquía, cae todo el peso del
sufrimiento en el ciudadano, pero son pueblos muy grandes y
prósperos. He aquí porque cada forma de gobierno
encaja mejor en una diferente circunstancia.
Determinar cuál es la mejor forma de gobierno no es una
tarea ni fácil no posible, por las ya aclaradas
circunstancias. Pero determinar si el gobierno que se tiene va
por buen camino es relativamente sencillo, si volvemos a las
bases de las asociaciones, y recordamos cual es el punto
principal de estas, que es la supervivencia de los soberanos,
podemos decir que un pueblo que se multiplica y crece, sin
importar el régimen que tenga, va por buen camino, mientas
que otro que se declina y muere, va por mal camino.
En el momento en que el gobierno usurpa la soberanía,
el contrato social se rompe; y los simples ciudadanos que entran
por derecho en su libertad natural tienen que obedecer no por
obligación, sino por violencia. Es entonces cuando el
estado puede entrar en disolución, esto puede ocurrir de
dos maneras: primeramente cuando el gobernante no administra el
pueblo de acuerdo a las leyes y usurpa el poder soberano, y este
se vuelve dueño y tirano del pueblo. O cuando los miembros
del gobierno usurpan el poder que deben ejercer en conjunto,
infracción de las leyes que produce desorden.
Es parte de la inclinación natural que los gobiernos
mueran, si los imperios mas poderosos han decaído, por que
esperar que alguno perdure para siempre. Como todo gobierno lo
que da vida es la soberanía, donde las leyes envejecen
pueden asegurarse que no hay poder legislativo y que el Estado ha
muerto.
Poblar uniformemente el territorio, establecer en todo
él los mismos derechos; llevar a todas partes la
abundancia y la vida; así es como el Estado será a
un tiempo el más fuerte y el mejor gobernado. Recordar d
que los muros de las ciudades se forman solamente con los restos
de las casas del campo. Como analogía, diremos que, cuando
se ve levantar en la capital de un
país un palacio para el gobernante, se puede ver la
caída del mismo.
No hay necesidad de encerrase entre muros para sobrevivir, es
necesario darle identidad a la
nación para lograr la conservación del Estado.
El gobierno no tiene jurisdicción cuando el pueblo se
encuentra frente a éste, porque "allí donde se
encuentra el representado ya no hay representante.
Toda ley que no haya sido ratificada por el pueblo en persona
es nula, y no es ley. Puede reunirse el poder exterior de un gran
pueblo con la administración fácil y con el buen
orden de un Estado pequeño. Es necesario que el individuo
no sea apático con el llevar de la nación y que
toda ley que conlleva este propósito tiene que ser
ratificada por el pueblo en persona, caso contrario esta no es
valedero. Establecer a la nación en Estados
pequeños donde la administración de todo cuanto sea
ha de ser mas fácil, y se detiene en ofrecer un estudio
mas amplio respecto de la confederaciones y sus principios.
Hay sólo un contrato en el Estado y es el de la
asociación; y éste excluye todos los demás.
El Estado no existe si no por un contrato estipulado, entre El
Estado, Ley y Ciudadanía, además de los cuerpos de
administración de dar leyes y de ejecutarlas.
Libro IV
Mientras que varios hombres reunidos se consideren como un
solo cuerpo, no tienen sino una sola voluntad, que se refiere a
la conservación común y el bienestar general.
Entonces todos los resortes del Estado son sencillos y vigorosos;
sus máximas son claras y luminosas; no existen intereses
embrollados no contradictorios; el bien común se muestra evidente
en todas partes…"
Es necesario que el acto soberano del voto se ejerce con toda
libertad, así como el de opinión, proponer, de
dividir y de discutir, estas son voluntades que van ah a
vigorizar al Estado y lograr una existencia holgada.
"El hombre, nacido libre, es dueño de sí mismo,
y nadie puede, bajo ningún pretexto, someterlo sin su
consentimiento."
Es de necesidad que el hombre, que no es más que parte
del pueblo pueda ejercer su derecho a voto, afín de que
exista un Estado de
derecho, de elección universal que le va a dar la
necesaria autoridad para
existir. Para la elección se necesita de la inteligencia
propia, para la suerte bastará solo el buen sentido, la
justicia y la integridad, sea uno u otro hay que asegurar que
todo el universo del
pueblo esté presente en estas elecciones, se describe como
esto también se manejaba políticamente, que cada
asunto o peculiaridad, eran usadas a provecho muy personal.
Las tribus de la ciudad que estaban más a la mano
fueron a menudo más fuertes en los comicios, y vendieron
el Estado a los que compraban los votos de la canalla que
componían aquellas. Describe la forma de organización comunal que tenían los
romanos a fin de tener los comicios mas organizados de la
época, así se organizaban den curias, decurias,
centurias y cantones. Eran interesantes las técnicas
de voto como el secreto y público, sus pros y contras,
además que aun allí ya existía que los votos
se vendían y así se compraban y vendían
decisiones y consciencias. Este mal ya era realidad aquellos
días, a hoy esto se a refinado muy técnicamente,
pero tienen al mismo actor repugnante, al hombre.
El tribunado, es el conservador de las leyes y del poder
legislativo. Sirve algunas veces para proteger al soberano contra
el gobierno, otras para sostener al gobierno contra el pueblo.
También para mantener el equilibrio de una parte y de
otra. Es mas sagrado y reverenciado, como defensor de las leyes,
que el
príncipe que las ejecuta y el soberano que las
da."
El tribuno obra de acuerdo al poder de la ley, y es imparcial
a la existencia de la constitución. En la crisis que
hacen establecer la dictadura, el
Estado es pronto salvado o destruido, y pasada la apremiante
necesidad, la dictadura se hace tiránica o inútil.
A pesar que nunca se debe de detener la sagrada fuerza de las
leyes, hay tiempos donde por la salud de la patria, la ley
da paso a la designación de un dictador para sanar a la
patria de un eminente ruptura del gobierno, el mandato era
defender la patria sin atentar contra ella, para ello el tiempo
de permanencia del dictador debería ser muy corto,
así se le daba a éste sólo el tiempo para lo
cual se le nombró. Así como la declaración
de la voluntad general se manifiesta por la ley, así la
declaración del juicio público se manifiesta por la
censura. La opinión
pública es una especie de ley cuyo censor es el
ministro. Es necesario tener una estima muy elevada para censurar
al Estado. A veces el pueblo aún no lo puede hacer por que
el mismo estaría censurándose, y solo sirviera para
conservar las costumbres y opiniones rectas. Los hombres no
tuvieron al principio otros reyes que los dioses, no otro
gobierno que el teocrático. Se describe a un pueblo muy
religioso, que tenían muchos dioses, resalta las
circunstancias de la venida de Jesús, a establecer un
reino espiritual sobre la tierra, la
separación saludable del Estado a la religión. Pues este
reino de Jesús era de otro mundo.
Las religiones que
debe haber dentro de un pueblo son:
La religión del hombre, esta no tiene templos,
altares ni ritos, su culto es interior del Dios supremo, a
los deberes eternos de la moral, es en resumen la
religión pura del evangelio.La religión del ciudadano, es asentada en
determinado país, da a éste sus dioses, sus
tutelares, tiene dogmas y sus cultos prescritos por leyes,
los que lo hacen fuera son infieles.La religión extravagante, que da a los hombres dos
legislaciones, dos jefes, dos patrias, y que los somete a
deberes contradictorios, resulta de esto una especie de
derecho mixto e insociable, que no tiene nombre.
Considera políticamente estas tres clases de
religión. Y concluye el tema aún mas excelente: no
hay ni puede haber religión exclusivas, se deben tolerar
todas las tolerantes, con tal de que sus dogmas no se opongan a
los deberes del ciudadano.
Conclusión
Esta obra, a pesar de tener algunos años ya de haber
sido escrita, es muy explícita a la hora de definir
qué es y cómo funciona una sociedad, parte de los
puntos básicos de la misma, trata de explicar, aunque con
un lenguaje un
tanto especializado, los conceptos generales, además
profundiza y marca especial interés en los mismos.
Una obra muy completa que nos enseña cual es la forma
de gobierno, como se clasifican, cómo interactúan,
para que sirven, como se crearon, cuáles han sido sus
filosofías, las condiciones en las que se han
desarrollado. Por que funcionan así, cuáles han
sido sus objetivos, la
funcionalidad que han tenido.
Podemos identificar como un gobierno es funcional o
disfuncional, la razón de ser del mismo, la
filosofía en que se maneja y muchos aspectos más
del mismo.
Cuando nos marca el ejemplo acerca de la diferencia entre un
gobierno democrático y otro aristocrático, es
cuando podemos identificar la funcionalidad de los sistemas de
gobierno, y el por qué no se puede decir cuando un sistema
es mejor que otro, porque cada uno es bueno, de acuerdo al punto
de vista que se esté planteando, además de cuales
sean los objetivos o el rumbo que deba dicho pueblo.
También nos explica el por qué un gobierno no
puede ser perfecto, y es por el simple hecho que tal
perfección no se encuentra dentro de la naturaleza humana,
todo régimen de leyes perfectas vienen de dios, y si los
humanos tuviéramos la capacidad de recibir órdenes
de desde tan alto, no habría la necesidad de crear
alianzas como lo son los pueblos.
En la obra de Rousseau,
también nos dice cuales deben ser las condiciones
necesarias para que un pueblo pueda subsistir por varios
años, pero no es tardío en aclarar que la eternidad
en un pueblo es simplemente inexistente, si las potencias
más poderosas han caído sin importar cual tarde o
temprano, eso nos garantiza que ningún pueblo
existirá por siempre, además enfatiza que cuando la
voluntad general del pueblo comienza a ser desplazada por los
intereses personales de uno o de unos cuantos es cuando el pueblo
se va de pique en la decadencia.
Así pues, he presentado la obra del gran
filósofo político Juan Jacobo Rousseau, tratando de
no excluir ninguno de los puntos importantes que el manejo en su
recopilación y descripción de conceptos y datos.
Opinión
personal
A mi parecer, esta es una obra especializada pero que esta
dirigida no solo para conocedores del tema, pues lleva de la mano
al ir hilando todos los conceptos dirigiéndonos hasta
donde el autor nos quiere llevar.
Pero es una obra difícil de seguir, pues maneja
demasiados conceptos que no están incluidos dentro del
lenguaje común y que no son dominio de
cualquier persona. Por lo que en lo personal, me fue muy
difícil tratar de entender la gran cantidad de
analogías y reflexiones del autor.
Mi diccionario de
la real academia española 23º edición
fue mi compañero de lectura, pues
necesite en repetidas ocasiones buscar cual era el concepto de
palabras que en mi vida había escuchado, pero me fue de
mucho aporte en mi cultura
persona, pues al investigarlas encontré nuevas y refinadas
formas de decir que una cosa es difícil (oneroso) y muchas
que por el momento se me pasan por alto, pero creo recordare, si
no para el resto de mi vida, si por algún tiempo.
Rousseau es un autor que disfruta de rebuscar palabras, y que
lleva la literatura hasta un nivel
más elevado que la literatura común, pero que no
deja al lector con dudas, pues cita a tiempo cuando está
siendo contradictorio en su obra, o cuando está utilizando
aportes directos de otras obras.
Para el tiempo que tuve para leer la obra, que en lo personal
fue un poco corto, trate de digerir todos sus conceptos e ideas,
pero algunas me quedaron en el aire, pues a
pesar de saber el significado de las palabras, el orden en que
las ponía y la manera de expresarlas no son de toda mi
comprensión, pero creo haber comprendido parte
significativa de la misma.
Quizá no pueda expresar con claridad las mismas ideas
que maneja el autor, pero al menos voy encaminado a ello.
Al realizar el trabajo,
trate de ser lo más explicito posible, pero es un poco
tedioso tratar de sacar la idea principal en cada
capítulo, incluso algunos son un tanto repetitivos o
continuaciones del anterior, por lo que complican identificar
cual es la orientación principal del mismo.
Sin mas ideas que aportar, doy por concluido mi trabajo, no
sin antes mencionar que es una obra un poco complicada que le
daré una segunda lectura para tratar de terminar de
comprender, pero ya con más calma, que me dé tiempo
de analizar y sacar bien definida mi conclusión.
Bibliografía.
Contrato social Juan Jacobo Rousseau.
Autor:
Luis Manuel Javier Carrillo
Carrera: Lic. en Economía
Facilitador: Francisco Javier Chávez
Guerrero
Asignatura: Introducción al Derecho
Universidad Juárez Autónoma de
Tabasco
División Académica de Ciencias
Económico Administrativas.
Villahermosa, Tab. 12 de febrero 2009
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